Ser voluntario es una actividad por la cual haces algo sin recibir nada a cambio. Aunque en verdad, esto no es del todo cierto, ya que al hacer un voluntariado recibes toda una serie de valores positivos que te hacen desarrollarte como persona, desde la solidaridad, la igualdad, el trabajo en equipo, el sentimiento de utilidad al dejar tu huella en la sociedad... Todo esto, y mucho más, tiene mucho más valor que cualquier objeto material, por eso el voluntariado es una de las mejores experiencias que puede vivir todo tipo de personas y de las cuales se puede extraer muchísimo provecho.
En ESN concretamente, nuestros voluntarios ponen su granito de arena para algo fundamental en la universidad como es la etapa erasmus, ¿por qué? Porque está formado por un conjunto de voluntarios estudiantes de toda Europa, y ¿qué función tienen? Básicamente, ayudar a los estudiantes erasmus a adaptarse a una nueva cultura, costumbres, amigos, estudios... Además, lo que hace especial ESN es que sigue la premisa “students helping students”, es decir, estudiantes que han vivido un erasmus y vuelven a su ciudad o aquellos que lo quieren vivir, ayudan a los estudiantes que vienen de otras partes del mundo. Esta relación estudiantes regionales – estudiantes erasmus fomenta relaciones muy especiales que nunca se cortarán, incluso si no se vuelven a ver, porque… La experiencia erasmus solo se vive una vez en la vida y es lo que la hace irrepetible.
Igualmente, en ESN es fundamental el trabajo en equipo y esto es otro factor que la hace grande ya que como dicen muchos “Esto es un voluntariado y trabajamos a gusto, pero a su vez disfrutamos y esto es lo que nos une”. Por eso, dentro de la propia asociación se generan vínculos tan fuertes que muchos la definen como una gran familia. Desde la coordinación de un viaje, con sus fallos de última hora, las risas, los retrasos de los buses, la reserva de un hotel… Hasta el hecho de quedar con erasmus alemanes para cocinar una cena internacional. Son muchas horas de coordinación, de organización e incluso de formación las que hacen que este conjunto de personas que dedican parte de su tiempo a esta labor desarrollen un sentimiento de amistad, de compañerismo y de trabajo en equipo que les une de manera muy profunda.
Muchos voluntarios de ESN definen su experiencia como algo que te cambia la visión de la vida y te abre la mente a nuevas formas de comunicación, nuevos proyectos y objetivos que antes ni se hubiesen planteado. Esto es porque al fin y al cabo en ESN se aporta lo que se quiere y se puede, es decir, los voluntarios deciden cuánto quieren dar de si mismos en la sección y hay libertad para aportar nuevas ideas, presentar proyectos y planes. Lo que hace grande esto es que, al ser un trabajo sin beneficio, se hace a gusto y por tanto siempre va a ser en mejora de la asociación.
En conclusión, lo que se quiere expresar con estas palabras es que la experiencia erasmus es algo que todo el mundo debería vivir, y el hecho de que haya un grupo de personas que estén dispuestas a dar lo mejor de ellos para hacerla realidad es algo de un valor incalculable.